Robot, traje para ancianos y discapacitados
Una empresa japonesa presentó hoy en un acto espectacular en Tokio un robot-traje, una especie de esqueleto externo cibernético cuyo objetivo es facilitar los movimientos de ancianos y disminuidos físicos.
Este robot-traje llamado Hal, presentado en un acto espectacular en Tokio, es una especie de esqueleto externo cibernético. Cuando el usuario se enfunda el invento ve aumentada su fuerza de manera considerable.
Su creador, Yoshiyuki Sankai, cree que tendrá una aplicación comercial en los servicios a la tercera edad. El robot, parecido al de muchos ingenios propios del manga japonés, también podrá ser usado en programas de rehabilitación para personas con discapacidad física, ya que no hace falta hacer mucha fuerza para moverlo.
Hal está equipado de varios sensores que intuyen los movimientos del cuerpo, por lo que ayudaría a sus usuarios a ejecutar las acciones que no podrían llevar a cabo por sí solos.
En el evento de presentación, Sankai invitó al secretario general del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología a que levantara con el brazo izquierdo cuantos sacos de arroz pudiera.
Harada dijo basta al segundo saco, ya que cada uno de los paquetes pesaba diez kilos. Posteriormente el profesor Sankai colocó tres paquetes en el brazo del robot, vestido por uno de sus colaboradores, que aguantó el peso de 30 kilos sin ningún esfuerzo.
Este robot-traje llamado Hal, presentado en un acto espectacular en Tokio, es una especie de esqueleto externo cibernético. Cuando el usuario se enfunda el invento ve aumentada su fuerza de manera considerable.
Su creador, Yoshiyuki Sankai, cree que tendrá una aplicación comercial en los servicios a la tercera edad. El robot, parecido al de muchos ingenios propios del manga japonés, también podrá ser usado en programas de rehabilitación para personas con discapacidad física, ya que no hace falta hacer mucha fuerza para moverlo.
Hal está equipado de varios sensores que intuyen los movimientos del cuerpo, por lo que ayudaría a sus usuarios a ejecutar las acciones que no podrían llevar a cabo por sí solos.
En el evento de presentación, Sankai invitó al secretario general del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología a que levantara con el brazo izquierdo cuantos sacos de arroz pudiera.
Harada dijo basta al segundo saco, ya que cada uno de los paquetes pesaba diez kilos. Posteriormente el profesor Sankai colocó tres paquetes en el brazo del robot, vestido por uno de sus colaboradores, que aguantó el peso de 30 kilos sin ningún esfuerzo.
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