Tecnologías de la información en la nueva economía
Con la llegada y consolidación de la globalización, nuevos paradigmas sistemáticos han hecho lo propio en diversas esferas del quehacer humano. Incluso la economía se ha visto drásticamente modificada, forzada a introducir en su mecánica dos nuevas variables que pueden catalogarse como los signos más representativos de estos tiempos: la información y la tecnología, que desde hace décadas vienen dándose la mano.
En palabras de José Luis Segovia (CONCYTEC), las tecnologías de la información constituyen un grupo de servicios, redes, programas y aparatos electrónicos; que buscan optimizar la calidad de vida de las personas integrándose a un sistema de información interconectado y complementario. Estas tecnologías se basan en la ciencia informática, encargada del estudio, desarrollo, implementación, almacenamiento y distribución de la información mediante la utilización del software y el hardware como recursos de los sistemas informáticos.
Las tecnologías de la información aluden al uso de múltiples medios informáticos para almacenar, procesar y difundir todo tipo de información con diferentes finalidades (formación educativa, organización, gestión empresarial). Por tanto, puede decirse que su naturaleza admite una interpretación sociológica en la medida en que no afectan los objetos concretos de las ciencias sociales, pero sí sus objetos intangibles.
“Democracia” y “tecnologías de la información”, por ejemplo, son dos conceptos que siguen la misma dirección. Pero, mientras “democracia” es espíritu, las “tecnologías de la información” son métodos, recursos, libertades que ofrecen transparencia a las gestiones gubernamentales.
Segovia remarca que las tecnologías de la información han dejado de ser un mero soporte de las operaciones de las empresas, para convertirse en el motor de una nueva economía que explica el crecimiento y el cambio de cultura económica y financiera en el mundo desarrollado. Junto con la globalización y la desregulación, las tecnologías de la información se han transformado en fuerzas convencionales que configuran el marco competitivo de las empresas.
Por otro lado, la llamada “nueva economía” es un término acuñado a finales de los 90s para especular sobre el camino que ha tomado, en Estados Unidos y otros países desarrollados, la economía -de una basada principalmente en la fabricación y la industria, a una basada en el conocimiento (debido en parte a los nuevos progresos en tecnología y en parte a la globalización económica).
Así, la “sociedad de la información”, resultante de la simbiosis entre las tecnologías de la información y la nueva economía, es entendida como otra etapa en la evolución del sistema capitalista -en la que las tecnologías de la información cumplen el rol central en la organización del trabajo y en la formación de demandas.
Algunos sociólogos, economistas y científicos sociales ha notado, empero, que este “paso evolutivo” ha acarreado una serie de cambios sociales que aún no han sido completamente descifrados. El desafío para ellos -y por extensión para todos- consiste en comprender la dinámica, dirección y amplitud de estos cambios. Por tocar un punto específico, Segovia pregunta: ¿puede decirse que la resultante de los cambios fue un modelo de sociedad radicalmente diferente al modelo de la sociedad industrial? ¿La nueva economía representa una forma evolutiva de la sociedad de la información?
Si la sociedad de la información y la nueva economía se perciben como dos vertientes de la misma cara, la pregunta debe referirse a su relación al sistema capitalista. En este sentido, algunos analistas definen a la sociedad de la información y a su componente económico en términos de ruptura radical. Otros hablan de transformación mayor del sistema capitalista.
La frase “acción del saber sobre el saber” es la que mejor encierra y ejemplifica el papel que interpretan las tecnologías de la información en la nueva economía. El saber que permite digitalizar con eficiencia, inventar chips o máquinas y programas; permite igualmente trabajar sobre el conjunto del saber acumulado codificándolo para almacenarlo y transmitirlo, produciendo en el proceso nuevos conocimientos. “El saber sobre el saber” se refiere a la re-codificación digital del saber, remitiendo sobre todo a su generalización en el conjunto de las actividades sociales.
Fuente: Universia Perú
En palabras de José Luis Segovia (CONCYTEC), las tecnologías de la información constituyen un grupo de servicios, redes, programas y aparatos electrónicos; que buscan optimizar la calidad de vida de las personas integrándose a un sistema de información interconectado y complementario. Estas tecnologías se basan en la ciencia informática, encargada del estudio, desarrollo, implementación, almacenamiento y distribución de la información mediante la utilización del software y el hardware como recursos de los sistemas informáticos.
Las tecnologías de la información aluden al uso de múltiples medios informáticos para almacenar, procesar y difundir todo tipo de información con diferentes finalidades (formación educativa, organización, gestión empresarial). Por tanto, puede decirse que su naturaleza admite una interpretación sociológica en la medida en que no afectan los objetos concretos de las ciencias sociales, pero sí sus objetos intangibles.
“Democracia” y “tecnologías de la información”, por ejemplo, son dos conceptos que siguen la misma dirección. Pero, mientras “democracia” es espíritu, las “tecnologías de la información” son métodos, recursos, libertades que ofrecen transparencia a las gestiones gubernamentales.
Segovia remarca que las tecnologías de la información han dejado de ser un mero soporte de las operaciones de las empresas, para convertirse en el motor de una nueva economía que explica el crecimiento y el cambio de cultura económica y financiera en el mundo desarrollado. Junto con la globalización y la desregulación, las tecnologías de la información se han transformado en fuerzas convencionales que configuran el marco competitivo de las empresas.
Por otro lado, la llamada “nueva economía” es un término acuñado a finales de los 90s para especular sobre el camino que ha tomado, en Estados Unidos y otros países desarrollados, la economía -de una basada principalmente en la fabricación y la industria, a una basada en el conocimiento (debido en parte a los nuevos progresos en tecnología y en parte a la globalización económica).
Así, la “sociedad de la información”, resultante de la simbiosis entre las tecnologías de la información y la nueva economía, es entendida como otra etapa en la evolución del sistema capitalista -en la que las tecnologías de la información cumplen el rol central en la organización del trabajo y en la formación de demandas.
Algunos sociólogos, economistas y científicos sociales ha notado, empero, que este “paso evolutivo” ha acarreado una serie de cambios sociales que aún no han sido completamente descifrados. El desafío para ellos -y por extensión para todos- consiste en comprender la dinámica, dirección y amplitud de estos cambios. Por tocar un punto específico, Segovia pregunta: ¿puede decirse que la resultante de los cambios fue un modelo de sociedad radicalmente diferente al modelo de la sociedad industrial? ¿La nueva economía representa una forma evolutiva de la sociedad de la información?
Si la sociedad de la información y la nueva economía se perciben como dos vertientes de la misma cara, la pregunta debe referirse a su relación al sistema capitalista. En este sentido, algunos analistas definen a la sociedad de la información y a su componente económico en términos de ruptura radical. Otros hablan de transformación mayor del sistema capitalista.
La frase “acción del saber sobre el saber” es la que mejor encierra y ejemplifica el papel que interpretan las tecnologías de la información en la nueva economía. El saber que permite digitalizar con eficiencia, inventar chips o máquinas y programas; permite igualmente trabajar sobre el conjunto del saber acumulado codificándolo para almacenarlo y transmitirlo, produciendo en el proceso nuevos conocimientos. “El saber sobre el saber” se refiere a la re-codificación digital del saber, remitiendo sobre todo a su generalización en el conjunto de las actividades sociales.
Fuente: Universia Perú
Comentarios